Se basa en la aplicación de vibraciones sonoras superiores a 20.000Hz. Siempre teniendo en cuenta la fase en la que se encuentra la patología, el ultrasonido se utiliza para el tratamiento de partes blandas: reabsorción de edemas, lesiones ligamentosas, tendinitis, capsulitis, lumbalgias, ciáticas…
El ultrasonido puede ser utilizado de dos formas: pulsado o continuo. Las aplicaciones pulsadas tienen un efecto térmico profundo. Las pulsadas, en cambio, están indicadas en procesos inflamatorios.
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